Ejercicio sobre el binomio “Zapato / Coraje”
Desde el decimonoveno piso del edificio del banco nacional no se veía el habitual hormigueo de todos los días, como si el tiempo se hubiese detenido. Ningún movimiento hasta que la limusina giró en la esquina de la calle Mayor y enfiló despacio la avenida ignorando semáforos y señales de tráfico. Una mancha blanca rectángular que avanzaba exactamente por el centro de la calzada. Ya desde la calle pude comprobar que policías motorizados habían bloqueado el tráfico de las calles adyacentes, mientras que militares a caballo impedían a los transeúntes abandonar las aceras. Los conductores de los coches atascados abandonaron sus vehículos y se unieron a los inmovilizados peatones aumentando aún más el involuntario séquito.